De alguna manera son una alternativa más para el manejo y preservación de los recursos naturales, para poder generar productos agropecuarios y mantener una sostenibilidad desde nuestras propias localidades.
Primeramente, queremos agradecer a la Red Mexicana de Periodistas Ambientales (REMPA) por brindarnos este espacio y felicitarlos por su vigesimo aniversario, por toda su labor periodística en capacitar, informar e incentivar a la población a la reflexión y criterio hacia los temas ambientales, enhorabuena a todo el gran equipo de colaboradores.
Para considerar estas opciones de los espacios verdes en las ciudades, es importante los recursos con los que dispongamos, como una infraestructura verde, programas que tengan que ver con la naturaleza y el medio ambiente, centros de sustentabilidad en donde se puedan capacitar sobre temáticas como las ecotecnias para generar energías renovable como las bicis máquinas, los biodigestores, celdas fotovoltaicas, así como el manejo correcto de residuos, con base en las necesidades e intereses locales en la población, rescatando especies endémicas y nativas de localidades, la medicina tradicional, la riqueza gastronómica, la bioconstrucción y técnicas de cultivo, además de incorporar aspectos artísticos y culturales. Hoy en día, las acciones van más allá de la producción en actividades agropecuarias, sino hay que proporcionar más opciones de desarrollo, porque el campo mexicano es todo un mundo de oportunidades, es incentivar un valor agregado adicional a lo que uno está generando.
Por otro lado, saber manejar y controlar el recurso agua será primordial al momento de utilizarlo en los espacios verdes, si bien el riego es vital, también tenemos que conocer los tipos de vegetación ubicados en las urbes, básicamente todas las plantas tienen necesidades diferentes así como nosotros al ser seres vivos.
Si bien los espacios verdes se van desarrollando conforme a un proyecto en una determinada localidad, se busca por objetivos la mejora en la calidad del aire, con calles inclusivas y seguras a través de diseños de áreas verdes. Aparentemente algunos no se encuentran muy bien diseñados, se pueden encontrar en barrancas, en orillas de las banquetas con árboles.
En una anterior opinión, hacíamos referencia a que uno de los objetivos que se espera con estos espacios es mitigar los efectos del cambio climático, logrando medidas para la obtención y cuidado del aire limpio, la contaminación del aire ha afectado a millones de personas al año en todo el mundo, lo cual, es un problema que todos enfrentamos. En México, en mayo del 2019, sufrimos una contingencia ambiental por la abundancia de smog en el aire, ahora es significativo promover no sólo la importancia de las plantas o vegetación como decoración, sino también que sepamos los derechos y obligaciones con respecto a la calidad en nuestro aire y en busca de un ambiente que nos pueda estar beneficiando, no solo en nuestra salud, en lo mental y en lo espiritual.
Parte de estos elementos mencionados para forjar un sistema de infraestructura urbana verde, recae en la implementación de iniciativas de planeación, gestión y diseño multifuncionales que aborden diversas escalas, constituyendo redes de personas o grupos de localidades, que integren estrategias y proyectos basados en la naturaleza para proveer servicios ecosistémicos como reforestaciones para formar una mejor masa vegetal en las urbes y espacios públicos.
Algunos puntos a resaltar para lograr estos entornos, podemos destacar:
- Mantener o regenerar servicios ecosistémicos, los árboles y bosques, pues por su sola existencia nos brindan un gran número de servicios que permiten nuestra supervivencia.
- Preservar y potenciar estos beneficios en una red planificada de componentes naturales, semi naturales y construidos. Una oportunidad para un espacio verde se caracteriza por la intervención humana en su planeación y configuración de forma que esté compuesta por una serie de elementos construidos y naturales que se articulan para brindar los beneficios ambientales que esperamos.
- Regenerar los espacios naturales o cuerpos de agua existentes, a través de una planeación y planificación del desarrollo, desde la comprensión del territorio, así como de las necesidades y límites del mismo, por lo tanto debe ser introducida de acuerdo a la escala de la necesidad regional, nacional o local.
La infraestructura y los espacios verdes se pueden ampliar en las manchas urbanas, mejorarlas y conservarlas en las áreas naturales o zonas de transición, en cada caso, presentan una forma distinta de abordar el territorio y proponer soluciones adecuadas a las necesidades de gestión ambiental.
Son una forma de mejorar la capacidad del ambiente construido por las localidades, de proveer servicios ecosistémicos, diseñando calles desde una perspectiva ambiental que busquen aprovechar los recursos, disminuir el impacto de contaminación y que promuevan prácticas más sustentables entre las y los usuarios, que puede ayudar a las ciudades a enfrentar los retos que trae consigo el cambio climático.
Creando conciencia, hábitos o prácticas en las calles o sitios diseñados a partir de los enfoques sustentables y verdes, no sólo ayudan a mitigar los impactos ambientales, sino que también pueden traer beneficios como mejoras en el clima, la reducción de las olas de calor en determinadas horas del día, la disminución del ruido, mejoras en la calidad del aire, incentivar una movilidad no motorizada y reducir las emisiones de gases contaminantes, mejor manejo en la gestión del agua, contribución en la salud y la seguridad, incentivando a la población al ejercicio sano, la ayuda a disminuir el estrés y los comportamientos agresivos entre otros beneficios.
