Primeramente, el equipo de Agrofaro les deseamos los mejores deseos para que este 2024 sea un año sostenible.
Hoy en día y para este año, las oportunidades de los proyectos agropecuarios están enfocados en incentivar la producción y el autoempleo, esto también para solventar la soberanía alimentaria.
La mentalidad de nuestros productores en el sector está en camino hacia la innovación, la sostenibilidad y hacia la sustentabilidad donde tratamos de producir más con menos, pero también es cierto que nuestro consumo significa generar soberanía alimentaria, saber que el campesinado, o productores, no tienen la obligación de darnos de comer o de producir alimentos para nosotros, sin embargo, lo están haciendo.
Sobre la necesidad de la alimentación en las personas, cabe insistir en que la comida es algo más que una mercancía y eso implica un mayor valor a los proveedores de alimentos, apoyar los modos de vida sostenibles, respetar el trabajo de todos los generadores de alimentos y también promover el conocimiento, habilidades, utilizar la investigación para apoyar y transmitir este conocimiento a generaciones futuras.
Una de las mejores maneras de controlar las diferentes problemáticas en las actividades agropecuarias, es mediante la acción oportuna y constante apoyada en técnicas de agroecología, con el fin de evitar que se esté degradando la tierra y la reducción de la biodiversidad natural. Ver la posibilidad de que las labores culturales nos ayuden a que también el suelo y el agua nos den la autosuficiencia alimentaria que nuestro país necesita.
El trabajo constante para minimizar, reducir costos de producción y manejar óptimamente los recursos, significa tener una visión compatible con la naturaleza, maximizar las contribuciones a los ecosistemas, mejorar la capacidad de recuperación, rechazar el uso intensivo de monocultivo industrial y demás métodos destructivos. La Soberanía Alimentaria Consciente se logra cuando entendemos que queremos, que necesitamos y como lo consumimos.
Para lograr una autosuficiencia alimentaria, hay que estar contemplando la inclusión de todos los sectores productivos y sociales, así como la transición de los distintos sistemas agrícolas y alimentarios sustentables, con prácticas como la rotación pertinente del cultivo acorde al tipo de suelo y al tipo de clima, y del lugar en donde se vaya a estar realizando estas actividades.