Este enfoque, donde los visitantes disfrutan de las maravillas naturales de la región sin perturbar la vida silvestre, ofrece una oportunidad única para el cuidado del sector agropecuario y el medio ambiente. Con el auge de este tipo de turismo, los agricultores y ganaderos locales han encontrado un nuevo incentivo para preservar y mantener sus tierras, no sólo para la producción agrícola y ganadera, sino también para mantener el ecosistema intacto.
En la actualidad, este tipo de actividades vinculadas a la naturaleza y resaltando las actividades en zonas locales, nos muestra una oportunidad de cómo se puede restaurar y conservar los recursos naturales de determinados lugares, creando conciencia sobre la importancia de las tradiciones y costumbres que se realizan con el transcurso de las generaciones.
Es interesante cómo en algunos sitios, por ejemplo, en la zona oriente de la ciudad, incentivan a los turistas en las zonas chinamperas de Tlahuac – Xochimilco a practicar la generación de compostas, técnicas como el bocashi, talleres de prácticas culinarias, servicio de alimentación, visitas guiadas a zonas de producción, práctica laboral agropecuaria, oratorias sobre la historia de la localidad, y juegos tradicionales. El turismo que opta por estas actividades, les gusta mucho toda esta parte del contacto con el medio ambiente, sobre todo con la gente originaria y su enfoque ancestral.
Sin embargo, el verdadero valor del ecoturismo de naturaleza radica en el equilibrio entre el desarrollo económico y la conservación de los recursos naturales. Al proporcionar a los productores una fuente adicional de ingresos, el ecoturismo ayuda a asegurar que no tengan que recurrir a prácticas dañinas y asi mantener el medio ambiente.
Uno de los ejes principales de este ecoturismo de naturaleza es ir tejiendo redes, interrelacionando a diferentes unidades de producción por un determinado tiempo, realizando talleres / visitas y repitiendo todo el proceso para crear diversas alternativas como minimizar el uso agroquímicos, obtener un sistema de captación de agua, fomentando el hábito de la conservación y cuidado de los recursos. Otro eje es crear la difusión a las comunidades de estos sitios, si bien, no todos estos elementos pueden ser de efecto inmediato retribuibles a la población y que sobre todo puedan estar incentivando la visita continua a lo largo del año a estos sitios, que en ocasiones, desconocemos su presencia.
Si es de tener en cuenta que para iniciar algún tipo de actividad vinculada al ecoturismo de naturaleza, es oportuno conocer las dependencias que puedan apoyar este tipo de ejercicios, considerando los recursos naturales que todavía existan en los sitios y la importancia de manejarlos, controlarlos, reproducirlos para beneficio del ambiente y del entorno. A raíz de la pandemia, ha estado resurgiendo el impacto ambiental en las zonas productivas para la comunidad de los pueblos originarios por lo que tenemos que tener cuidado en la forma de acceder nuevamente a estos lugares.
Este ciclo virtuoso de cuidado y conservación es lo que hace del ecoturismo de naturaleza una verdadera oportunidad para el cuidado del sector agropecuario y el medio ambiente.
