El planeta y la población está adaptándose a nuevas condiciones sociales, económicas y productivas, bajo el enfoque del manejo óptimo de los recursos naturales, es decir la sustentabilidad, y este manejo de los recursos, efectuarlo de manera eficaz, consciente y retributiva para los próximos años, sin que dañe o perjudique más al medio en el que estamos viviendo, es decir lograr la sostenibilidad.
Probablemente, uno de los mayores riesgos es asumir que un recurso natural pueda generar un problema a la sociedad, negando su existencia, sus propiedades y sus posibles manejos para determinados beneficios. Esto es lo que sucede con el cannabis.
Al mencionar cannabis inmediatamente hacemos referencia al consumo de determinadas drogas, consecuentemente a la marginalidad y los efectos perjudiciales entre la población en su conjunto. Y no es para menos, el cannabis es la droga psicoactiva ilegal más consumida en todo el mundo.
Pero si lo vemos desde un enfoque de adaptación a los entornos actuales de la sustentabilidad, el cannabis es una planta de la cual científicos e investigadores han descubierto diferentes características para su uso, en el ramo medicinal, por ejemplo, se utiliza para efectos antiinflamatorios, anticancerígenos, inhibe el apetito en los seres humanos, para tratamientos como el glaucoma, dolores musculares, tendinitis, esclerosis, desde luego los efectos psicoactivos que produce, entre otros.
La producción y el cuidado de este producto es interesante porque se puede generar desde un aspecto de autocultivo controlado con la finalidad de poder obtener un medicamento orgánico propio o bien, hacerlo de forma comunitaria e incentivar mano de obra y bienestar en problemáticas de salud en la población.
El cannabis requiere un periodo de 15 a 20 días para su germinación y de 3 meses aproximadamente para llegar a la producción y aprovechamiento de este cultivo, el cual requiere de luz, sombra, nutrientes y cuidados específicos, los cuales se recomiendan ser llevados por alguien que ya tenga experiencia en este cultivo o en el cuidado de las plantas en general, para así poder realizar el manejo, secado y extracción de los diferentes productos. Sin embargo aún no se cuenta con los permisos, regulaciones y disposiciones oficiales para una comercialización libre del producto, solo a empresas privadas que cuenten con la licencia de transformación del producto en extractos o derivados para los determinados fines.
Debemos tener presente que para poder aprovechar este cultivo de manera sustentable es necesario estar informados sobre su uso, funcionalidad y utilidad que se le pueda dar al cannabis, así como los riesgos que conlleva el consumo y producción del mismo, tanto de salud como económicos y sociales.
El camino por recorrer aún es largo, debido a las regulaciones que se tienen que implementar para poder hacer uso y aprovechamiento de este cultivo sin tener consecuencias indeseables, por lo que siempre hay que estar pendientes de las noticias sobre este recurso natural.
