Una historia que no ha terminado
Biól. Juan Carlos Sánchez-Olmos
CONSERVACIÓN SIN FRONTERAS
«Nos encontramos en medio de un círculo vicioso que no se ha manejado adecuadamente; al trasladar los felinos del centro de acopio del Ajusco a zoológicos u otras unidades de manejo, solo se están cambiado los problemas de lugar»
Fotografía: Especial
El 9 de enero de 2015 se publicó, en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el decreto donde se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente y de la Ley General de Vida Silvestre. De manera específica en ésta última se establece que: “Queda prohibido el uso de ejemplares de vida silvestre en circos” (Art. 78, párrafo tercero, LGVS); y en su primer artículo transitorio señala: El presente Decreto entrará en vigor a los ciento ochenta días naturales posteriores a su publicación en el DOF https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5378251&fecha=09/01/2015#gsc.tab=0.
Ahí quedo claro, que la restricción de exhibir animales en los circos se haría efectiva a partir del mes de julio 2015. De manera desafortunada, la desorganización y mala asesoría de las empresas circenses provocó un caos debido una supuesta “mortalidad masiva” de los animales en posesión de estas empresas, así como estampida de remolques. Y lo señalo con comillas, porque hasta la fecha no he visto una sola imagen de los cadáveres. Si ocurrió como se expresó en esos días, sería oportuno mostrar las evidencias.
Lo cierto es, que los animales que pudieran demostrar la legal procedencia, eran o son propiedad privada de las empresas circenses, por lo que la disposición establecida en el segundo artículo transitorio del mismo decreto era improcedente: “Los circos presentarán a la SEMARNAT de forma inmediata una base de datos que incluya el número y características de los ejemplares de vida silvestre que posean . . . y (la) pondrán a disposición de los zoológicos del país para que éstos estén en posibilidades de seleccionar a los ejemplares que sean susceptibles de ser integrados a sus colecciones. Los ejemplares de vida silvestre . . . que no sean seleccionados por los zoológicos, podrán ser entregados por sus poseedores a los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre (CIVS) pertenecientes a la SEMARNAT con el objeto de que no impliquen gasto por concepto de manutención de animales que ya no podrán ser utilizados en sus centros de trabajo.” ¿Entregar bienes privados al estado mexicano, municipios u otros particulares? el decreto no refería una expropiación. Solo que la falta de pericia de los empresarios circenses y sus asesores los condujo a cometer diversos errores, pues no comprendieron que la disposición de prohibir el uso de los animales en sus centros de trabajo, se refería a no emplearlos en espectáculos, pero no restringía su posesión. No obstante, se desvaneció su rastro. Es importante señalar que, en esas colecciones, un alto porcentaje de organismos eran felinos.
Incidentes y accidentes felinos son consecuencia de la oferta de cachorros.
De acuerdo con la legislación mexicana “Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las Leyes expedidas con anterioridad al hecho” (Art. 14, Constitución Política). Y los animales formaban parte del patrimonio de los circos, constituido en su modus vivendi. ¿Entonces la alternativa era perder sus bienes y dejar de comer? De ninguna manera, la solución alterna fue venderlos y trasladarlos a criaderos o ranchos no registrados ante la SEMARNAT, donde se han continuado reproduciendo y en consecuencia vendiendo. Los cachorros tienen una gran demanda y sus precios varían según la especie: león: $55,000, jaguar de pelaje característico: $75,000, tigre de Bengala de pelaje característico: $85,000, jaguar negro: $95,000 y tigre blanco: $110,000. La venta es legal, siempre y cuando existan registros y se pueda acreditar la procedencia de los animales; entonces no hay delito ni falta administrativa. De manera complementaria hemos de reconocer que el mercado existe y es legal.
El infame hallazgo del ridículo “santuario” Black Jaguar White Tiger mostró otra de las repercusiones negativas que ha tenido la pésima planeación del PVEM al proponer modificaciones a la legislación ambiental, a causa del interés por la protección de los animales y su bienestar. Ante los hechos, no pondré en duda sus “buenas intenciones”, pero es imposible negar el desconocimiento de los temas en los que se dicen expertos. Y enfatizo otra repercusión negativa, porque sostengo la hipótesis que explica que la creciente frecuencia con accidentes e incidentes con felinos silvestres en posesión de particulares es consecuencia de la oferta de cachorros. Que al crecer sin futuro en las casas que los acogieron como animales de compañía, desembocaron en centros de acopio como en localizado en el Ajusco; entre otras UMA´s y zoológicos. Porque el haber prohibido que los circos tuvieran animales, obligo a sacarlos de ahí y a modificar tanto el modelo comercial como el uso de los mismos. Los legisladores del partido verde no piensan en la ciudadanía, lo cual resulta obvio, porque no consideraron que la gente no puede perder parte de su patrimonio, ni mucho menos en demerito de su calidad de vida; ni su sobrevivencia.
Respecto al segundo artículo transitorio del decreto en cuestión, es importante señalar que al determinar que los animales debían ser puestos a disposición de los zoológicos (que el PVEM también insiste en cerrar), la ordenanza nuevamente conduciría a un callejón sin salida; debido a que no se tomó en consideración que la mayoría del centenar de zoológicos nacionales son de administración municipal y carecen de recursos de todo tipo por falta de presupuesto. O en su defecto, señala el decreto, podrían ser entregados a los CIVS; que por cierto en también han sido cerrados gradualmente. Sobre todo, cuando los altos mandos de la SEMARNAT, PROFEPA y en particular la Dirección General de Vida Silvestre, fueron ocupadas por militantes del PVEM. De tal manera que en la actualidad solo permanece el CIVS de Los Reyes (La Paz, Edo. de México). En otras palabras, los jerarcas del partido verde al frente de las cámaras legislativas y el poder ejecutivo, no se coordinaron para determinar el destino y manejo adecuado de los animales provenientes de los circos. Todos ignoraron u olvidaron que los CIVS tampoco tenían capacidad financiera ni operativa para contener semejante problema,
El mercado continuará abasteciéndose con fauna legal o ilegal, prohibir no es solución.
Problema que es nacional y debe resolverse, por lo que es indispensable alejarnos de la especulación, observar los hechos, conducirnos por la lógica y necesidades biológicas de los animales para comprender la magnitud del conflicto. Cuyo origen radica en la demanda nacional de fauna silvestre, que debemos reconocer continuará abasteciéndose por cualquier medio licito o ilícito. Prohibir no es la solución, el tráfico de vida silvestre no se resolverá por decreto.
Los mercados de vida silvestre han evolucionado con la humanidad y difícilmente se acabarán, porque los animales y las plantas ejercen fascinación sobre las personas, pero sobre todo porque existe toda una cadena productiva de comercialización, legal e ilegal; integrada por personas con necesidades económicas, en un país con una severa crisis laboral.
Todo lo que tiene boca muerde.
Una agravante del problema reside en la ignorancia de las personas irresponsables, inconscientes o ambas cosas; consumidores que sustentan el mercado. Gente que suele dejarse seducir por la mirada dulce de cachorros afelpados y juguetones; ignorando que la infancia felina es temporal, muy breve; que después de los primeros seis meses de edad los lúdicos zarpazos suelen rasgar la piel y los mordiscos provocar lesiones que incrementaran su gravedad conforme los animales crecen, a la par del desarrollo de su temperamento e instinto. Así que los poseedores o interesados en mascotas como felinos o primates deber tener en cuenta que todo lo que tiene boca muerde y que son animales longevos, por ejemplo, un tigre de Bengala tiene una esperanza de vida de 25 años; en los que demandará carne por lo menos cinco días a la semana (raciones de aproximadamente 10kg). Periodo en el que es indispensable contar con personal capacitado en su cuidado y manejo. Ante esa realidad con costos y riesgos, resulta más barato entregarlo a quien tenga instalaciones, más recursos para su atención y mantenimiento.
Sobre los hechos podemos afirmar que, carecemos de datos de la población de felinos cautivos a nivel nacional, así como el porcentaje de animales reproductivos o susceptibles de serlo, que los zoológicos nacionales están sobrepoblados de estas especies, que sólo opera oficialmente el CIVS de Los Reyes; pero debe considerarse que no tiene espacio ni suficiente ni adecuado, mucho menos presupuesto. Que el mercado de felinos y primates persiste, por lo tanto, el problema no se ha resuelto; crece gradualmente. De tal manera que a nadie debe sorprender si el año próximo se contabilizan 200 felinos más a los que ya existen dispersos en distintas unidades en todo el país, indeseados y probablemente abandonados. Porque nos encontramos en medio de un círculo vicioso que no se ha manejado adecuadamente; al trasladar los felinos del centro de acopio del Ajusco a zoológicos u otras unidades de manejo, solo se están cambiado los problemas de lugar; de ninguna manera se ha resuelto nada, el tiempo y las circunstancias demostraran si se ha hecho lo correcto.
Ciudad de México; a 4 de agosto de 2022.
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